"... una llanura vasta e inconmensurable se desplegó ante los ojos de su imaginación y en un tiempo difícil de precisar la imagen se desvaneció sin dolor. Sostenía aún la pluma cuando sus desorbitados ojos se posaron sobre el papel y titubeó un poco cuando quiso escribir la primera palabra. Optó por cerrar el cuaderno y guardar silencio. ¿Qué viste? - le preguntó el anciano. Juan lo miró fijamente y no consiguió articular palabra alguna. El anciano asintió con la cabeza. Permanecieron mudos durante algunos minutos y luego se dirigieron al Bar "Pampa" en donde alguien les refirió cierta historia de aparecidos."
Hilario Bielcassé, Historias del Todo y de la Nada, 1933.
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